Pinturas Fetichistas de Pictor Mulier

En esta serie de pinturas de Pictor Mulier, el erotismo se sumerge en el mundo del fetichismo, donde el placer es ritual, la sumisión es arte y la transgresión es un deleite que se disfruta sin culpa.

Látex que se adhiere a la piel como una segunda carne, cuero que dibuja curvas con su tacto ardiente, ataduras que realzan la belleza de la entrega voluntaria. Estas mujeres no son víctimas, son soberanas de su propio deseo, dominan o se rinden según su voluntad, pero siempre con el poder absoluto sobre su placer.

Cada pincelada captura la estética del fetiche, el juego de roles, la adrenalina de la prohibición. El voyeurismo, el bondage, la dominación y la sumisión son más que actos: son expresiones de una sensualidad sofisticada, de una mente que disfruta de los límites, de una carne que se excita con la tensión entre lo permitido y lo prohibido.

Aquí no hay juicios, solo la celebración de la fantasía llevada al extremo. Porque el arte, como el deseo, no conoce límites.

Atrévete a explorar.