En esta serie de pinturas de Pictor Mulier, la sensualidad se funde con lo mítico, lo legendario, lo imposible. Ninfas, vampiras, sirenas, dríades, diosas y faunesas emergen del cuadro con una presencia hipnótica, envueltas en erotismo y misterio, criaturas de placer y tentación nacidas para ser adoradas.
Estas mujeres no son sólo musas, son entidades de otro mundo, reflejos de las fantasías más profundas, encarnaciones de la lujuria en su forma más sublime.
Cuerpos etéreos y a la vez provocadores, miradas que hechizan, gestos que invitan al pecado. Son guardianas de deseos prohibidos, hijas de lo inalcanzable, dueñas de un erotismo que trasciende la realidad.
Aquí, el arte es un portal a lo desconocido, donde la mitología se entrelaza con la carne, donde lo divino y lo carnal se confunden en un solo latido. La magia, la seducción y el poder femenino convergen en estas figuras oníricas, listas para arrastrarte a su mundo de éxtasis y perdición.
Déjate hechizar.
Atrévete y libera a tu musa interior.
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